Street Art: por Milu Correch
"Street art" es una nueva publicidad del sistema, es la modernización, es embellecimiento, es decoración. El compromiso ya sea con una idea política o con una política de práctica, se evapora click a click.
El Facebook y el Instagram dejaron de ser una herramienta accesoria de difusión para ser el principal medio de consumo. Importa más la foto que el muro. El "Street art" consiguió crear intermediarios aun en la calle, en la vida pública, en el flaneur. Surfear con buena onda y sin conciencia esta marea de institucionalización de las imágenes no directamente publicitarias es una irresponsabilidad desmesurada.El nuevo modo de producción de muros es hollywood, es mainstream, es azúcar. Un nuevo aspecto de la sociedad del espectáculo, una nueva instancia normalizadora más accesible con todo su star system, unos premios Oscars donde casi nadie se cuestionó privilegios.

El "Street art" coloniza, globaliza y palermatiza todo patrimonio cultural genuino local. En el "Street art" no hay debate, hay arte y buena onda, todo muy cool. El "Street art" no quiere creación, quiere reproducción, quiere decoración, quiere figuritas de album. Late, Late, Late, Nola.
El "Street art" acepta a la mujer, de a una, solo la cantidad necesaria para vender una supuesta inclusión, puede que hasta te haga uno de sus "top 10 female artist" (sin levantar sorprendentemente la más mínima crítica), pero el "street art" es de "los pibes". El "Street art" reina hace tiempo el primer mundo de a poco va cruzando el océano, colonizandonos poco a poco.
Pintar un muro sin pensar, sin una posición, pintar un muro sin debatir es irresponsable. Creer que debatir, argumentar, criticar u opinar es disruptivo, demasiado complicado y mala onda es simplemente idiota.
Proyectos con integración con la comunidad, no colonizantes, con un compromiso con el caminante más que con el seguidor, el vecino local transeunte al "follower internacional".Hay formas de pintar un muro sin satisfacer el consumo ciudadano o el seguidor, sino promoviendo su interpelación, requiriendo su ejercicio intelectual e imaginativo. Hay formas de crear y desafiar los límites sin ser un engranaje de un modo de producción. Hay formas de trabajar sin agradecer a un funcionario. Hay formas de trabajar, hasta para una institución, sin ser su propaganda más burda.