Taberna de Almas
- Hay muchos que odian los libros -dijo con un rictus de
amargura-. Serían capaces de quemarlos. El jefe político Fidel Enríquez sería
el primero en hacerlo. No hay nada que humille tanto a los ignorantes como un
libro.
Augusto Roa Bastos, en Contravida, Buenos Aires 1994.